Santo Domingo
El reciente abuso cometido contra un niño de nueve años que era obligado a sostener relaciones sexuales con un perro y cuyo video era luego distribuido en internet, a pesar de lo aberrante del caso, solo está penado en la ley con un máximo de cinco años de prisión para los acusados, según explica la directora del Departamento de Niñas, Niños y Adolescentes de la Procuraduría General de la República, Marisol Tobar.
Asegura que la agresión conlleva a implicaciones físicas y psicológicas para un pequeño que, además de la inocencia propia de su edad, es discapacitado. Señala que el daño causado por Reyna Isabel Villar (Chavela); Juan Leonardo Feliz Espinosa (Leonardo) y José Luis Martínez Tibrey (Dipre), contra el pequeño es doble, debido a que los imputados también usaban a otros menores de edad para que presenciaran el aberrante hecho.
“A ese niño lo cogían y lo ponían a tener sexo con el perrito. Esto sucedió en varias ocasiones porque cuando la querellante se da cuenta es porque el barrio ya está comentando que andaba un video donde el niño lo estaban poniendo a hacer eso. Otro menor que entrevistamos dice que sí, que la situación se dio en varias ocasiones”, añade.
Tobar dice que los tres imputados, quienes no son familiares del menor, hacían que el perro lamiera las partes íntimas del niño, “Ellos viendo la situación especial del niño se aprovecharon y abusaron de él. El perro le lamia sus partes, era algo terrible. Ellos lo desnudaban y con eso ellos disfrutaban”, sostiene.
Tobar asegura que durante los allanamientos realizados se localizó la cámara con que era filmado el niño, y que en un video presentado por la madre del menor se puede reconocer el lugar y una silla donde se cometía la aberración. Explica que el lugar quedaba en un espacio cerrado, detrás de un taller de mecánica.
Explicó que en República Dominicana nunca habían tenido un precedente de esta magnitud, pero advirtió que puede haber otros niños en esa situación por lo que pidió a la sociedad y las familias a estar atentas y denunciar cualquier situación que observen en su entorno.
“Es bueno que se sepa este caso, porque es el primero que tenemos en el país pero puede ser que haya otros niños que pudieran ser objeto de esa naturaleza de abusos”, indicó.
Dijo que inmediatamente recibió la denuncia, el caso fue apoderamos a la Procuraduría de Trata y Trafico de Personas y de Explotación Sexual y Comercial. El Ministerio Público pedirá un año de prisión como medida de coerción para los tres implicados.
Consecuencias psicológicas en el niño
Luego de este hecho, el niño puede padecer de depresión, ansiedad, trastorno del sueño y alteración de la conducta que lo pudiera llevar a ser agresivo. Además, puede padecer estrés postraumático, según explica el doctor José Miguel Gómez, psiquiatra infanto juvenil.
Otra de las consecuencias que podría traer en el niño esta situación es que, además de que lo crea algo normal, continúe permitiendo que otras personas lo abusen, lo agredan o le utilicen.
“Normalmente, como tiene una discapacidad, puede entender que es una conducta normal y continuar haciendo lo mismo o que acoja una nueva conducta de aprendizaje de tener relaciones con animales”, indica.
El especialista calificó el hecho como una violación al derecho, a la individualidad, a la personalidad psicológica, emocional y física de las personas que sufren alguna discapacidad.
“Ninguna persona tiene derecho a burlarse ni a utilizar a los discapacitados en un acto violatorio a la moral. Estas personas lo primero que hicieron fue violentar esos derechos, lo segundo es que ponerlo en las redes se convierte en otra violación al derecho porque también lo ponen de forma pública e incitan a que otro adolescente u otra persona también haga lo mismo con otras personas que son diferentes”, asegura.
Gómez hizo un llamado a las personas para que respeten los derechos de las personas con alguna discapacidad, así como hacer uso responsable del internet y las redes sociales.
“La mayoría de las veces son personas irresponsables que utilizan el internet para pornografía, hacer daños a terceros y para burlarse. Esto de las redes es un problema que a los psiquiatras y psicólogos nos preocupa mucho porque uno todos los días está observando cómo mucha gente crea una adicción a la pornografía o conductas de alto riesgo de pornografía, como el ciberbulling, hacer daño a través de las redes o utilizar animales o personas para llamar la atención a través de ellas”.
Mientras que la doctora Ingrid M. Francisco Díaz, psicóloga clínica, explica que el niño podría tener pesadillas, vivir reiteradamente el episodio traumatizante y manejar baja autoestima, debido a que fue desconsiderado públicamente.
Dice que un profesional de la conducta debe tratarlo y evaluarlo, pero antes que todo, se debe trabajar con la familia para que aprendan a manejar la situación.
Aconseja que el menor no debe ser revictimizado, es decir, no hablar del tema delante de él, sino más bien entregarle el tema a un profesional que pueda trabajar con el niño, porque se puede sentir con la autoestima más lesionada de lo que ya fue cuando ocurrió el hecho.
“La familia tiene que decirle que él es importante para las personas que lo rodean, que no todo el mundo es así, porque el niño va a perder la confianza en los demás y se puede producir una desconfianza donde probablemente uno de los síntomas sea que no hable, que esté triste”, indica.
Francisco Díaz expresa que el diálogo con las víctimas es esencial en estos casos, por lo que considera importante que la familia le haga entender que él es una persona muy valiosa y acompañarlo para que ese estrés que vivió no lo acompañe por siempre.
Otra de las consecuencias que podría conllevar este hecho es que el menor se torne agresivo y tienda a abusar de otras personas o animales. “Es una manera como de saldar esa cuenta que la vida nos ha dado, eso pasa con mucha frecuencia. Esas son las personas que luego tú ves que son violadores, estas personas tienden a escoger esta actitud”.
Con relación a las personas que grababan al niño y subían los videos a internet, Francisco Díaz expresa que probablemente ellos también fueron abusados, sin embargo, explica que habría que determinar si al momento de cometer el hecho, éstos estaban bajo los efectos del alcohol o las drogas. Advirtió que estas personas también necesitan ayuda psicológica.
Finalmente, la doctora ofreció su ayuda a la pequeña víctima y dijo que, si la familia desea, ella puede asistirlo en el Hospital Marcelino Vélez Santana.